El Misterio de la Astrología
- Karina de la Torre
- 19 jul
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 jul
¿Cómo es que funciona?
La inquietud compartida:
“¿Cómo es posible que un astro, suspendido en el espacio, separado de mi, pueda influir en mis emociones, mis decisiones, mi camino?"
En una cultura que ha venido pensando en términos de causa y efecto, de linealidad, y de la ciencia como validación de todo, la astrología no había encajado del todo.
No encajaba, porque opera con otra lógica. Una lógica que hoy empieza a rescatarse y a recordarse.
No desde la ley de causa y efecto, sino desde la ley de correspondencia.

Durante milenios, nuestros ancestros observaron el cielo y registraron patrones en los movimientos de los astros. Descubrieron que esos ciclos celestes no solo marcaban el paso del tiempo, sino que se reflejaban en los ritmos de la experiencia humana.
No como causa y efecto, sino como correspondencia.
“No es que los planetas y las estrellas nos hagan algo, ellos no nos afectan, sino que ocurrimos en sincronía con sus movimientos”– Alejandro Lodi
Es decir, somos un sistema vivo, tanto como humanidad, como cultura y como organismo. Y este sistema vivo atraviesa procesos que se corresponden con los movimientos de los planetas dentro del Sistema Solar. Como nuestro ritmo circadiano, controlado por la luz y la oscuridad. Sale el sol y despierto, el sol se esconde y descanso…
Al conjunto de este conocimiento adquirido por observación y correlación, se le llamó Astrología.
Astro = estrella
Logos = estudio de o tratado de
Un conocimiento transmitido de generación, de cultura en cultura, a través de símbolos.
Símbolos que tienen vida, pulso, vibración y resonancia.
Símbolos tan ancestrales como actuales. Porque hablan de la condición humana misma. Porque un símbolo es atemporal, a la vez que el tiempo lo actualiza.
Y aquí nos adentramos en terrenos del alma
"El hombre empezó a evolucionar cuando alzó su mirada al firmamento" – Boris Cristoff
Porque en ese gesto de mirar al cielo, algo en nosotros se rinde a lo superior. Nos entregamos a la experiencia mística que nos trasciende, y eso toca el espíritu. Y cuando el espíritu se toca, la conciencia se expande. Y cuando la conciencia se expande, evolucionamos.
La astrología no es sólo un conjunto de patrones observables. Aunque muchas veces se usa para predecir, esa función práctica no es lo que la define en su esencia.
Porque algo sucede cuando te adentras en ella: se abre una puerta a otra forma de percepción.
Yo no entendí esto con teorías.
Cuando la Astrología tocó mi puerta y empecé a mirar mi carta, con mis tránsitos y mis ciclos. Las de mi familia y su historia... ya ni siquiera me pregunté cómo podía ser posible tanta coincidencia tan exacta.
¿Como explicar que Quirón tocaba mi Nodo Sur exacto el día que mi hermano murió? ¿O que el Nodo Norte tocaba a mi Luna y mi Júpiter cuando me convertí en mamá? ¿Como explicar que Urano estaba exactamente tocando mi ascendente el año en que agarré mi coche, mis maletas y a mi perra para irme a vivir al Caribe - donde construí una vida increíble por 10 años?
No había duda, ya ni siquiera intenté explicármelo...
Los símbolos me tocaron tan profundamente el alma, que no me quedó más que entregarme al misterio.
A percibir mi existencia de otra manera.
Como parte de algo inmensamente más grande que yo, y que a la vez —misteriosamente— está en mí y me contiene.
Dejé de sentirme sola. Y recordé que nunca lo estuve. Así que...
¿Cómo es que funciona la Astrología?
Es un misterio
Un misterio al que, definitivamente merece la pena entregarse.
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